
En agosto de 2019, comencé la carrera de Ingeniería Biomédica en México. En marzo de 2020, como gran parte del mundo, volví a casa y tuve la fortuna de poder celebrar el cumpleaños de mi mamá en octubre de ese mismo año, regalándole un ramo de flores que solo me tomó cuatro horas terminar. Creía que después de ese momento mi aventura con las flores habría llegado a su fin, pero apenas comenzaba, y le agradezco profundamente a mis papás por creer en mí antes de que yo misma pudiera hacerlo.
Trabajar con flores es un regalo, es abrirle la puerta a una maestra que te acompañará toda la vida. Desde muy pequeña, me han maravillado las flores por su belleza. La curiosidad por sembrar y ver crecer las plantas me ha intrigado desde el clásico experimento del kinder de germinar un frijol en un algodón con agua, que me llevó a poner en la tierra todo grano o semilla que encontrara en mi casa.
Busco que mis diseños rindan homenaje a la naturaleza, a las flores, a esa "poesía de la tierra". Quiero que a través de ellas sientas y vivas su compañía en cualquier ocasión. Este mismo deseo de conectar con las flores de una forma más íntima me ha llevado a sembrar mi propio jardín e incluir mis flores en mis diseños siempre que puedo.
Si te dijera que toda mi vida soñé con ser florista, te mentiría. Pero cuando te digo que las flores, Doce Ramos y todas las personas, lugares y experiencias que esta aventura me va regalando me llenan el alma, no hay lugar para la mentira.
En junio de 2023, me gradué como Ingeniera y en diciembre volví a este espacio, más clara que nunca de que esto es lo que más me apasiona. Las flores siempre me han hablado, dondequiera que estuviera, solo no había reunido la valentía que necesitaba para ir detrás de ellas.